Históricamente, la tribu Yawanawa recibió rapé poco después de la muerte de un famoso curandero de su tribu.
La tribu cree que este sacramento surgió para curar enfermedades de la mente, la psique y el cuerpo, mejorando la conexión con el espíritu y permitiéndoles viajar sin sus cuerpos físicos. Su tradición de rapé es muy antigua, y en épocas anteriores, solo al curandero de la tribu, el pajeh, se le permitía tomar rapé y conectarse con los espíritus del bosque.
Hoy en día, todos los miembros de la tribu pueden tomar rapé libremente y para ciertas ceremonias y ritos. El rapé de la tribu Yawanawa se llama en su idioma “Rume” y en su mayoría contiene ceniza de la corteza del árbol Txunú y un tabaco fuerte que se asemeja al mapacho (Nicotiana rustica), lo que lo convierte en una mezcla de rapé especial y muy singular.
La corteza del árbol de txunú se usa a menudo con fines curativos y en las tribus amazónicas y tiene un papel de apoyo durante las ceremonias de ayahuasca. Se usa a menudo antes de la ayahuasca, potenciando los efectos y abriendo el espíritu para la ceremonia, pero también durante experiencias ceremoniales intensas, aliviando los vómitos y la limpieza.