Chamanismo – El conocimiento y el saber implica, de alguna manera o de otra, dentro de este contexto el contacto con el mundo sobrenatural, con los espíritus.
El investigador rumano Mirsea Eliade hizo unos estudios sobre el chamanismo en textos clásicos y lo define como “técnica del éxtasis o trance” y al chaman como el “especialista del alma humana que viaja al campo de los espíritus”.
El chaman se forma, aprende, tiene una experiencia de iniciación; atraviesa por fases de ayuno, dietas estrictas, abstinencia sexual, veladas interminables, dominios de la caza, la pesca, las artes cotidianas.
El conocimiento de las plantas medicinales (consideradas estas sagradas) y plantas psicotrópicas, cantos, bailes, rezos, mitos.
Conocimiento de la cosmogonía y de la historia de los pueblos para los investigadores del chamanismo; el chaman es portador y hacedor de mitos, guía espiritual, curandero de grupos sociales, realiza rituales,
con fiestas religiosas a la vez; en las épocas de siembra, recolección hace sus rituales específicos, tiene actividades de agradecimiento o apaciguamiento de la ira de los espíritus, combate las plagas y epidemias, tiene una coherencia cultural y social de su pueblo y un manejo ecológico del medio ambiente.
De tal manera el chaman tiene una actitud paradigmática y es un visionario.
Tiene un concepto cosmológico el cual está fundamentado en la existencia del secreto y conocimiento de las plantas y a la vez un autoconocimiento. De tal manera hace el puente entre hombre, lo sobrenatural, lo espiritual y la medicina, lo que cura.