El ABANDONO ya sea del padre, de la madre, o de ambos incluso estando cerca, se pueden manifestar como un RESENTIMIENTO, TRISTEZA o incluso ser percibido como una herida de TRAICIÓN además de un sentimiento de culpa por el niño.
Esas emociones muy probablemente irán repitiéndose conforme se crezca, pues la herida de abandono se volverá a presentar después en la vida con otras personas cercanas y muchas veces las parejas, se puede repetir esa herida en muchos escenarios o con diferentes personas, pero el patrón que continúa es el abandono.
Si sentiste durante la niñez un abandono es probable que tu niño interior piense que no fue amado, en alguna de sus facetas como: no soy suficiente, no merezco, algo está mal en mi, soy un mal hijo, etc.
Ese niño aún tiene miedo y el adulto pensará que no puede tener algo estable porque en algún momento lo abandonarán y prefiere no involucrarse al 100%. Entonces si no le abandonan, abandona, lo cual lleva a que las relaciones de pareja puedan verse afectadas…
El niño interior sigue estando ahí con nosotros y tiene necesidades de las que no somos conscientes. Ese niño aún no ha comprendido ni se ha sentido amado, Mientras no se trabaje con él, la AUTOESTIMA y la ABUNDANCIA pueden verse afectadas.
Esto es una manera de condicionar nuestra vida, Condicionamos nuestras acciones y relaciones a las heridas que viven dentro de nosotros, sin soltarlas y sin integrarlas.
