Cuanto más tranquilos nos volvemos y más profundamente escuchamos, más acceso tenemos al yo del alma dentro de nosotros mismos. Es un lugar de absoluta paz y tranquilidad. Cuando nos mantenemos en esta quietud del yo del alma, transmitimos paz y calma al espacio que nos rodea. Al sintonizarnos con el poder infinito en este Punto de Quietud, nos alineamos con todo lo que está fuera de nosotros. Desde el nivel de ajuste fino en el que realmente llegamos a un punto final, somos uno con todo dentro y fuera de nosotros mismos.
Las sesiones de Integración crean cambios profundos en un nivel profundo de nuestra consciencia donde se liberan patrones de comportamiento obsoletos para permitir un sentido centrado y equilibrado de un yo completamente integrado. Son guiados por el Yo Superior mediante un proceso de Imaginación Activa.
Al aprovechar la energía del yo del alma a través de las sesiones de integración, transformamos no solo a nosotros mismos, sino también a las personas que nos rodean y a nuestro entorno. A medida que trabajamos en niveles más profundos de nuestra propia conciencia, impactamos en el inconsciente colectivo y, al cambiarnos a nosotros mismos, quizás incluso cambiemos el mundo.